SOBRE LA HUELGA CLIMÁTICA Y LA CARA OSCURA DEL ‘GREEN NEW DEAL»

Cuando se corte el último árbol, se atrape el último pez y se contamine el último río; cuando el aire que respires sea repugnante, te darás cuenta, demasiado tarde, que la riqueza no está en las cuentas bancarias y que no podrás comerte el dinero. 

                                                                                                                                    Alanis Obomsawin

Desde ‘Make Rojava green again’, enviamos nuestros saludos a todxs lxs activistas y jóvenes ecologistas que han decidido ponerse en pie y participar en la huelga climática. Aquí, en el noroeste de Siria, también decidimos tomar medidas para defender a la naturaleza. Estamos trabajando en un plan para llevar a un nivel superior el trabajo que estamos realizando con el objetivo de que Rojava vuelva a ser verde de nuevo, trabajando no solo con el movimiento juvenil, sino también con el movimiento de mujeres y los movimientos de economía social. Pronto compartiremos información sobre nuestros pasos, enfocados en una mejor conexión con las estructuras locales y enraizándonos más en la sociedad.

La situación ecológica de Rojava es difícil, no exenta de muchos problemas y contradicciones. Pero cuando decimos «cambio de sistema en vez de cambio climático», realmente lo que queremos es dar pasos prácticos, desarrollando un sistema basado en los principios de la ecología social. La Administración Autónoma del Noroeste de Siria está apoyando nuestros pasos, y junto con diferentes proyectos ecológicos, queremos ser un ejemplo para todo el mundo, mostrando cómo una sociedad ecológica no solo es posible, sino necesaria.

La Huelga Climática es un ejemplo de coordinación global, donde las fuerzas democráticas del mundo, lideradas por los jóvenes, se ponen de pie y gritan «ya es suficiente». No aceptamos un sistema que destruye nuestro planeta, resistiremos y defenderemos nuestra tierra, nuestro agua, nuestro aire. Protegeremos la vida y lucharemos contra la dominación. La huelga ha constituido una estrategia de los pueblos oprimidos para luchar contra los opresores y debemos tener en cuenta esta historia. Cuando hablamos de huelga climática, no solo debemos pensar en la desobediencia, sino también en la resistencia activa. La resistencia con lo que los pueblos oprimidos pueden liberarse de los opresores.

Cuando afirmamos que estamos en contra del ‘capitalismo verde’, tenemos que ser consecuentes. El capitalismo no trata solo de economía. Se trata de recursos, de la naturaleza, de cómo organizamos y vivimos nuestra vida. El capitalismo es colonización y centralización, es monopolio y monocultivo, es dominación sobre la vida y la naturaleza. Para implementar esta dominación, el capitalismo ha aprendido a esconderse bajo diferentes máscaras, y hoy viene vestido con diferentes trajes. Este Leviatán no se preocupa por cualquier cosa que no sean sus ganancias, y está preparado para hacer todo lo posible para expandir sus dominios a nuevos territorios.

En los próximos años seremos testigos del surgimiento del «lavado verde», donde escondidos bajo la imagen de un ‘nuevo acuerdo verde’ (green new deal), los poderes económicos occidentales comenzarán una nueva ofensiva. Tenemos que estar listxs para responder, siendo conscientes de quienes no conocen la historia repetirán los mismos errores. El ‘nuevo acuerdo’ implementado por Roosevelt, salvador del sistema capitalista tras la ‘gran depresión’, trajo algunas reformas sociales contra la crisis económica, pero también estableció pasos muy importantes para proteger el sistema financiero, blindar bancos y empresas privadas, creando diferentes instituciones para tal fin. Eso hizo posible una centralización del poder económico hasta antes nunca vista.

El ahora llamado ‘nuevo acuerdo verde’ viene dispuesto a crear esperanza, pero está dando espacio a empresas, corporaciones y gobiernos dedicados a explotar y destruir la naturaleza. Estas organizaciones criminales solo buscan una cosa: ganar dinero con la crisis ecológica que enfrentamos. No debemos tolerar que esto suceda. La naturaleza no es una mercancía que los humanos puedan explotar para su beneficio, la naturaleza es el terreno sagrado que hace posible la vida. Ponerle precio a la naturaleza no la protegerá, gravar las emisiones de CO2 que las empresas producen con la quema de combustibles fósiles no resolverá el cambio climático. El valor de la naturaleza va más allá de cualquier programa económico que este sistema pueda diseñar y esto es lo que queremos decir cuando decimos ‘cambio de sistema, no cambio climático’.

Desde ‘Make Rojava Green Again’, un proyecto ecológico nacido en la Revolución de Rojava, deseamos éxito a todas las acciones dispuestas a defender la naturaleza y aumentar la conciencia ecológica. Pero advertimos contra aquellos dispuestos a llevar a este joven movimiento ecológico en la dirección equivocada. La vida es un regalo que hemos usado mal, y tenemos que proteger la vida cueste lo que cueste. Hace décadas, los movimientos ecologistas nacieron bajo el lema «piensa globalmente, actúa localmente». Ahora tenemos la oportunidad de «pensar globalmente y actuar globalmente». Aprovechemos esta oportunidad.

Make Rojava Green Again

Rojava, 19 de septiembre de 2019

Fuente: Make Rojava Green Again

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