Cualquiera que posea conocimientos de estrategia militar confirmará que el ataque a Gare fue el resultado de una operación fallida. Si el objetivo era rescatar a los soldados-policías y personal del MIT detenidos, el método utilizado no tuvo como objetivo en absoluto el rescate de los mismos. También sabemos que no quedarán testigos vivos en el lugar donde se realizaron fuertes bombardeos con 41 aviones de combate y decenas de helicópteros. Todos los comentarios y los análisis provenientes de los medios de comunicación y oposición adscritos al régimen no son más que el producto de una mente enferma. No hemos escuchado ni se ha realizado ningún análisis objetivo sobre el ataque lanzado a Gare contra el PKK. Lo realmente terrible de esta acción es que no se comprende el lado real del asunto. El 14 de febrero, las fuerzas armadas turcas llevaron a cabo la llamada operación terrestre y aérea en la región de Gare, Kurdistán Sur, que está bajo control de las Fuerzas de Defensa del Pueblo. La pregunta es cómo se utilizaron aviones, vehículos aéreos no tripulados, SIHA y obuses en uns «operación de rescate». Esto solo podría describirse como una operación de masacre en lugar de una operación de rescate.
¿Qué significa realmente el ataque a Gare para el gobierno fascista de Erdogan? No hay duda de que la operación en sí fracasó, pero no podemos ignorar el beneficio de sacar provecho de ella. Lo que quiero decir con esto es que Turquía perdió en esta operación, pero Erdogan ha ganado la partida. Erdogan durante el congreso provincial de Rize declaró que obtuvo lo que quería con el ataque a Gare. Es preciso saber que existe una diferencia entre el éxito entendido por Erdogan y el éxito entendido por la opinión pública. Erdogan es un dictador que se alimenta de violencia y mantiene su poder produciendo más violencia. Es en este sentido que la operación contra Gare es entendida como un «éxito» de quien disfruta mojando su pan en sangre. Si la operación contra Gare hubiera tenido éxito militarmente, por supuesto que su propaganda hubiera sido muy diferente. Pero a nadie le llama la atención la forma en que obtuvo su éxito ya que esta operación fue fundamental para iniciar una operación de genocidio político a gran escala en el HDP. Intentará sacar rédito en el ámbito internacional y demostrará todo su ingenio para obtener el resultado final. Utilizará todos sus artimañas para aislar completamente al PKK del mundo exterior. Intentará arreglar su aislamiento en el mundo exterior a través de 13 funerales, e intentará reparar la red de relaciones internacionales dañadas. Utilizará este incidente en torno a la OTAN, especialmente con Estados Unidos, para formar un frente contra el PKK y así buscar apoyo para legitimar sus operaciones de ocupación y aumentar la hostilidad hacia los kurdos en la región.
El gobierno de Erdogan que se alimenta de sangre, derramó mucha sangre con la operación contra Gare y es muy feliz con este resultado. El público turco que no mira desde esta perspectiva no puede entender e interpretar la sonrisa de Erdogan en el congreso provincial de Rize. Frente a él, doctores, profesores, periodistas, expertos en política y en seguridad. Turquía no puede evitar preguntarse a sí misma cuándo y por qué se ha convertido en una sociedad de ignorantes. El éxito de Erdogan se basa en el desarrollo de una sociedad ignorante.
El objetivo de la operación en Gare no era salvar a los prisioneros. Se trataba de golpear al PKK y si era posible, capturar los cadáveres y levantar una vez más la sombra del ultranacionalismo turco. A la dictadura no le importa realmente la muerte de los soldados. Así, con esta operación obtuvo el material necesario para usarlo tanto como sea posible, tanto dentro como fuera del país, con los funerales como herramienta.
13 prisioneros de guerra fueron masacrados en Garê como resultado de los ataques del estado turco. Los esfuerzos de las familias de los prisioneros del PKK por reunirse con el partido en el gobierno durante 6 años, los llamados de las organizaciones no gubernamentales fueron ignoradas. El gobierno fascista, que ha dejado sin respuesta a innumerables solicitudes de liberación de los soldados detenidos y que rechazó las preguntas parlamentarias al respecto quiere ver a los muertos convertidos en material propagandístico. Nadie debe dudar que la coalición fascista AKP-MHP, producirá material de propagando de la operación Gare y la usará durante mucho tiempo.
El bloque AKP-MHP está luchando por demostrar su éxito con el ataque Garê, que ha fracasado de principio a fin, con el objetivo de poner de su lado la dinámica de la política interna y aislar al HDP en la arena política. Y para ello, los detectores de mentiras empezaron a funcionar. Harán parecer que la masacre no la hicieron ellos mismos, y llevarán la dinámica política interna al punto en que actuarán con ellos. Cuando analizamos 98 años de historia continua, podemos ver que Turquía obtiene réditos con este estilo utilitario y auto-manipulador. Cuando se les acusa de que cometieron genocidio contra los armenios responden: «ellos también nos atacaron». Cuando masacraron a los griegos responden: «atacaron la casa de Atatürk». Cuando masacraron a los alevíes ellos responden «pusieron una bomba en la mezquita». Cuando asesinan a los socialistas dicen «quieren dividir el país». A los kurdos los asesinan y todavía los siguen masacrando.
Erdogan con sus masacres, fortalecerá el espíritu chovinista y siendo uno de los dictadores del siglo XXI y un vampiro viviente, se hace pasar por un comandante victorioso sin sentir la necesidad de ocultar la sangre que gotea de sus manos y de su boca ni la alegría que siente por estas muertes. No exageramos si consideramos esta operación como una «operación para matar cautivos».
Todos los análisis que culpan al PKK no significan más que ceguera política: los que no cuestionan la mentalidad que originó el problema kurdo y lo dejó sin resolver, los que ignoran las masacres a los kurdos, los que no se pronuncian en contra de la prohibición de la lengua kurda y de su cultura y los que juegan a ser tres monos con la situación actual. El PKK no es la causa sino el resultado de estos problemas. A menos que no sean cuestionados los que originaron el problema kurdo mediante la negación y la aniquilación como los principales criminales, esta situación indeseable se cronificará.
La operación Garê terminó, pero sus consecuencias políticas y militares seguirán siendo discutidas durante más tiempo. Las preguntas nunca encontrarán una respuesta y el gobierno las utilizará con frecuencia solo como una herramienta. Éste es un «éxito» falso.
Fuente: Yeni Özgur Politika