El Presidente de la Junta de Estado Mayor de EE.UU., Joe Dunford, visitó Ankara el pasado 6 de noviembre con el objeto de mantener una reunión con sus homólogos turcos. Ankara espera encontrar un punto de equilibrio con la nueva administración norteamericana en lo relacionado con su política para Irak y Siria. La repentina y no planificada visita de Dunford a Ankara ha llevado a muchos a preguntarse si ha habido o no una ruptura entre los planes de Ankara y los objetivos estadounidenses para Oriente Medio.
Ankara esperaba que la operación para recuperar Raqqa comandada por las FDS (lideradas por las YPG) comenzaran después de la celebración de las elecciones presidenciales de EE.UU. y el 6 de Noviembre el inicio de la operación sorprendió desprevenida a Ankara. En dicha operación, unos 25.000 combatientes de las YPG, haciendo caso omiso a las advertencias turcas, lanzaron un asalto a Raqqa. Las milicias kurdas abandonaron prácticamente los dos cantones dejándolos abiertos a una posible ofensiva turca.
Si Ankara considera seriamente intervenir al Este del Eufrates, en estos momentos esta zona podría considerarse el blanco de una operación similar al Escudo del Eúfrates. Esto sería una interpretación de la visita de Dunford. Pero lo que preocupa realmente a Washington en estos momentos es la total impredecibilidad de Ankara. Pero ¿podría Ankara tomar medidas imprudentes e inesperadas? Analicemos tres factores. El primero: El apoyo de la sociedad turca, que es esencial para una operación transfronteriza contra Siria e Irak. El segundo: los EE.UU pueden aplicar un freno a Turquía. Tercero: la capacidad del ejército turco.
¿Cuál es la opinión pública turca respecto a una operación militar transfronteriza? Según una encuesta realizada a principios de noviembre, el 91% de la opinión pública apoya las operaciones antiterroristas dentro de Turquía. En cuanto a Siria e Irak, el 78% de los turcos encuestados apoyan las posibles operaciones militares y el 88% apoya el liderazgo de Recep Tayyip Erdogan en asuntos de seguridad nacional. Conclusión: Erdogan tiene apoyo de un amplio sector de la opinión pública en lo referido a las operaciones antiterroristas dentro de Turquía y también en Irak y Siria. Desconocemos cual ha sido la metodología empleada para diseñar la encuesta y si las conclusiones son representativas de la población.
Pero ¿cúales son las opciones que tiene Ankara en el terreno militar?
El objetivo militar en el norte de Siria es encontrar la forma de participar en la operación iniciada el 6 de noviembre al este del Eúfrates. Su objetivo estratégico es acabar con el PYD o Partido de la Unión Democrática en los Cantones de Kobane y Jazeera. Si Ankara no puede asegurar su total presencia militar, entonces usará otra estrategia, limpiando al-Bab de la presencia de Estado Islámico y acabar con el control de las YPG sobre Manbij, creando así una zona tampón rectangular entre Jarablus, Manbij, Al-Bab y Al-Rai.
En Irak, Ankara tiene dos objetivos: aumentar la eficacia e influencia de Turquía al norte de Mosul y convertirse así en parte de la operación de Mosul eliminando la dominación del PKK sobre todo en el área de Sinjar que forma un puente entre Irak y Siria. Esto significaría dividir el corredor abierto por las milicias de PKK entre las montañas de Qandil y el norte de Siria. También cree que es vital dividir los corredores chiies, uno situado al noroeste entre Irak y Siria y el otro que va desde Siria hasta el Líbano. Por decirlo de otra forma, para Ankara el peor de los escenarios supondría estar rodeado por un corredor chiita desde Irán hasta el Líbano y por otro corredor controlado por el PKK desde Qandil hasta Rojava (Afrin).
¿Frenarían los EE.UU los planes a Turquía?
La victoria de Donald Trump fue recibida con mucho optimismo en Ankara. En el gobierno turco creen que el equipo de Trump entenderá la dinámica de Ankara y que el gobierno norteamericano apoyará a Ankara en su lucha contra el PKK y el PYD en el norte de Siria y contra la influencia chiita cada vez más creciente en Irak. Ankara se concentrará en entablar las mejores relaciones posibles con el gabinete de Trump, así lo muestran los esfuerzos diplomáticos emprendidos por los diplomáticos turcos en Nueva York y Washington.
Pero no olvidemos que los esfuerzos de la administración turca también van encaminados a mantener relaciones interesadas con Rusia. Efectivamente, Turquía no puede hacer volar sus aviones de combate sobre la zona norte de Siria cuando lo desee. La solución de este problema no la tiene Washington si no Moscú. Recordemos que los intensos esfuerzos diplomáticos con Moscú produjeron algunos resultados positivos para Ankara cuando el 13 de noviembre, aviación turca atacó objetivos de las YPG en la zona de Ghazzawi, en Afrin. Esta operación fue resultado del encuentro del Jefe del Estado Mayor Turco Hulusi Akar y del Jefe del MIT, Hakan Fidan con sus homólogos rusos en Moscú, el 29 de octubre. Todo hace sospechar que Moscú está de acuerdo.
La prioridad estratégica para Ankara es estar presente al oeste del Eúfrates y hará todo lo posible por dirigir las fuerzas aliadas del Ejército Libre de Siria (FSA) hacia Al-Bab. Esto explica por qué Turquía ha estado presionando a Moscú para que los aviones de guerra turcos pudieran sobrevolar Al-Bab y dar apoyo a las FSA y entendemos entonces por qué Moscú ha levantado el veto a Turquía cuando el día 13 los aviones turcos operaron sobre objetivos de las YPG en Afrin. Si Ankara consigue capturar Al-Bab, su próximo objetivo será Manbij, pero dicha operación dependerá en gran medida del progreso de las negociaciones con el equipo de Trump. Hoy, las FSA, apoyadas por Turquía, se encuentran a unos 6 kilómetros al norte del Al-Bab y están avanzando lentamente. Sin embargo, se espera una dura resistencia por parte del ISIS. El resultado de lo que ocurra en Al-Bab demostrará la fuerza y la eficacia de la cooperación de las FSA y Ankara. Sin embargo estas cuestiones indican que Turquía necesita sincronizar adecuadamente su éxito militar con el terreno de las negociaciones diplomáticas. ¿Será la nueva administración de Washington la que de luz verde a los planes de Turquía?
Autor: Metin Gurcan (Columnista, Al-Monitor)