KOBANE CONTINÚA VIVIENDO LA PESADILLA DE LAS BOMBAS Y MINAS SIN EXPLOSIONAR

Kobanê, símbolo de la resistencia kurda contra de los yihadistas del EI, continúa viviendo la pesadilla de la guerra a causa de los artefactos que continúan aún sin explosionar, según anunció la organización humanitaria Handicap International.
«Lo que hemos podido observar en Kobanê va más allá de las peores pesadillas». Una gran parte de la ciudad está destruida y la contaminación por los artefactos que no han explotado ha alcanzado una densidad y una diversidad raramente vistas, según explica en un comunicado el responsable del Programa del Desarrollo de Programas de Desminado de Handicap International, Frederic Maio.
Después de 4 meses de violentos combates, Kobanê que tenía 60.000 habitantes antes del conflicto, fue tomada a los yihadistas por las fuerzas kurdas. La ciudad que tiene una extensión de 7,2 km cuadrados está destruida en un 90% y sus habitantes han huido a la parte kurda de Turquía.
En el mes de Abril pasado, los expertos de Handicap International, desplazados para evaluar la catástrofe ,han descubierto cerca de 1000 cráteres de bombas, algunos de ellos con más de 10 metros de  diámetro.
La ciudad fue el escenario de violentos combates entre las fuerzas kurdas y los yihadistas. Se efectuaron más de 700 bombardeos por parte de la coalición internacional con bombas de 250 kg hasta 1 tonelada. Al menos más de 40 vehículos suicidas explotaron en el centro de la ciudad y también se produjeron más de 20 ataques suicidas. El centro de Kobanê tiene una densidad media de 10 artefactos por metro cuadrado según el informe de Handicap International, debido precisamente a la violencia de los numerosos combates, no explotaron muchísimos de los artefactos industriales o artesanales, por lo que están todavía presentes en los edificios derrumbados o dañados.

Bomb crater, Kobani
Por cortesía de © Phillipe Houliat/Handicap International

Las zonas donde tuvieron lugar los combates más feroces están llenas de trampas, fundamentalmente explosivos ocultos en cadáveres, técnica frecuentemente utilizada por los yihadistas.
Para el responsable de la ONG, F.Maio, los artefactos que no explotaron así como las trampas constituyen una amenaza diaria para las personas que intentan volver a sus hogares originales. La contaminación originada por el armamento no explosionado va a impedir que la gente de Kobanê pueda rehacer su vida, aparte que el acceso a algunas zonas está totalmente imposibilitado, lo cual impide a las distintas organizaciones humanitarias trabajar y ayudar a la población local.
Los artefactos  ocultos y las minas antipersonas artesanales han costado la vida a más de 40 personas,y muchos heridos en las poblaciones de los aledaños de Kobanê, después de la liberación de esta última.
Publicado por Handicap International y traducido por Newrozeke

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