Las mujeres combatientes del MLKP (Partido Comunista Marxista Leninista), que participan en la resistencia de Sinjar han expresado sus sentimientos y se describen la resistencia y sus experiencias en una carta enviada a ANF.
«Conocimos a las mujeres yazidíes cuando ocurrió la masacre contra los yazidíes en Sinjar. Al igual que en todas las guerras, las primeras víctimas fueron las mujeres, violadas y secuestradas por los grupos del Estado Islámico. Sus cuerpos fueron puestos en venta una vez fueron separadas de sus familias e hij@s, muchas otras pudieron huir con los ojos hundidos en lágrimas. Nuestros corazones sangraron cuando vimos lo ocurrido a través de la televisión y nuestra ira y odio creció contra el imperialismo capitalista y machista del sistema dominante y contra sus juicios de valor reaccionarios que dejaron a las mujeres desarmadas e indefensas en frente de esta barbarie. Tomando su dolor y su ira como la nuestra, hemos querido junto a ellas, sanar sus heridas y luchar juntas. Como mujeres combatientes de YJA–STAR y MLKP, nos dieron la oportunidad de venir a Sinjar, reunirnos con ellas y luchar junto a ellas. Dentro de este proceso, las mujeres yazidíes cuestionaron la oscuridad y la crueldad a la que están siendo sometidas, y nos decidimos a entrar en acción. Ahora, estamos mejorando la lucha tanto en campo de batalla como en la arena política a la vez que recreamos una vida en común.
No sabemos hasta qué punto la opinión pública conoce lo ocurrido, pero una nueva organización de mujeres se formó para participar en la lucha por la libertad del pueblo y las mujeres de Sinjar desde el 5 de enero. Las mujeres yazidíes bajo el techo de las YBS anunciaron el establecimiento de la organización de defensa YPJ–Sengal (Yekîneyên Parastina Jin ê Şengalê). La lucha por la libertad que se está librando en Sinjar no es solo militar, sino que se está trabajando para organizar al pueblo Yazidí, destinado a determinar su futuro en Sinjar porque la revolución y la resistencia solo alcanzarán la victoria solo si está encarnada y protagonizada por sus verdaderos dueños. Las YBS se organizaron dentro de este marco, pero no afectó a las mujeres en la primera fase. Después de un tiempo, tras el trabajo y los esfuerzos deTEV-DEM y la propaganda de los grupos armados de resistencia permitieron la participación de mujeres y familias en la lucha por la defensa de los refugiados en las montañas. Esto atrajo un interés más de lo esperado, y la reacción de los hombres en cuestión, cuando ver el protagonismo que tomó la mujer en la resistencia. En la comunidad yazidí, en el matrimonio, las mujeres son una especie de esclavas del hombre en el hogar. Al principio el papel de las mujeres en la guerra se limitaba al aporte de agua y a cocinar, actividades que en las condiciones tan duras en el monte de por sí ya son complicadas. Nunca antes hubieran pensado que las mujeres podían luchar como los hombres. La organización de mujeres se lleva a cabo en circunstancias difíciles dentro de la cultura Yazidi y la fe cumple un efecto conservador cuando las mujeres entran en cuestión. La organización de mujeres que surgió en medio de las preocupaciones sobre las reacciones de la mentalidad del macho dominante, avanzó gracias a la decidida voluntad de las mujeres. El producto de dicha determinación surgió como las YPJ–Sinjar, formado por mujeres que tomaron las armas y recibieron entrenamiento militar en la Academia Şehit Xane que lleva el nombre de la guerrilla mártir Xane Êzidî. Después de realizar un trabajo en Sinjar para la participación de las mujeres yazidíes en la lucha, Xane Êzidî cayó mártir mientras marchaba a Mako en Rojhilat.
Hasta el momento 30 mujeres han sido entrenadas y capacitadas en dicha academia a pesar de la oposición reaccionaria por parte de sus familias. Algunas de las mujeres han continuado instruyendo a otras mujeres en la academia, otras se han integrado en las unidades de defensa militar.
«Si el pueblo yazidí ha sufrido 73 masacres se ha debido a que no existía organización de mujeres, pero no habrá una nueva masacre porque las mujeres yazidíes estamos en la lucha«. Estas palabras fueron pronunciadas por una miembro del Consejo Militar YPJ–Sengal, Dersim Sengal. También la comandante de las YJA-STAR, Berfin Nuhak que lidera la organización militar y política de mujeres yazidíes en Sinjar, apoya dicha declaración. La idea de que las mujeres deben acompañar a toda revolución y que la historia de las revoluciones ha demostrado en numerosas ocasiones que esto es cierto, también es pertinente en Sinjar, al hacer frente al asedio del Estado Islámico. La lucha para liberar Sinjar debe estar unida al esfuerzo para permitir la participación de las mujeres en las filas de las fuerzas de resistencia. Las mujeres yazidíes y los poderes que luchan por la liberación de Sinjar deben también luchar contra la dominación y los juicios de valor de los hombres que consideran a las mujeres como personajes secundarios.
Las jóvenes yazidíes que sostuvieron su primera reunión y anunciaron la creación de su organización pueden que no estén muy familiarizadas con este tipo de ambiente pero tienen el coraje para confinar la mentalidad patriarcal dominante y enfrentar a las bandas del Estado Islámico por su cuenta. En cuanto a su determinación y compromiso con la memoria de los mártires, otra combatiente femenina se refirió en la reunión sobre ellos: «Aquellos martirizados en Bare lucharon también por nosotras. No podemos olvidar esto y también vamos a pelear como ellos. Todavía hay miles de mujeres secuestradas por el Estado Islámico y necesitan ser rescatadas».
Cada uno de nosotras admira a todas estas mentes jóvenes capaces de hacer las evaluaciones pertinentes. Su entusiasmo, determinación y emoción también da fuerza a las organizaciones combatientes. Las mujeres que están luchando en esta guerra tan cruel, están expresando su solidaridad y su amistad de la manera más fuerte y están dando fuerza a las mujeres yazidiés, ya que se unen en las filas de la resistencia. Que se hayan integrado en la organización ha sido el primer paso para su liberación, y sabemos que el camino por la libertad comienza cuando se dan estos primeros grandes pasos. Para las mujeres yazidiesMujeres que luchan en una guerra muy grave, que probablemente expresa la solidaridad y la amistad de la mujer en la manera más fuerte, están dando fuerza a las mujeres yazidi que están en el otro lado que da fuerza para nosotros, ya que se unen en las filas de la lucha. El establecimiento de su organización ha sido el primer paso en el camino hacia la liberación, como sabemos muy bien, la marcha por la libertad comienza con esos primeros pasos. Para las mujeres yazidíes, esto no es una cuestión de organización por sí misma, también significa romper las cadenas, la puerta de entrada a una nueva vida libre y a un mundo completamente diferente.